martes, 6 de mayo de 2008

Perestroika

GORBACHOV Y LA “NUEVA” LEGITIMIDAD
Gorbachov, Mijail: Perestroika. Mi mensaje a Rusia y al mundo entero. Barcelona, Ediciones B, 1990, pp. 31-34.
En: Martín de la Guardia, R. y Pérez Sánchez, G., La Unión Soviética: de la perestroika a la desintegración, Ediciones
Istmo, Colección La Historia en sus textos.
“La adopción de los Principios fundamentales para un cambio radical de la dirección económica
representó un gran paso adelante en el programa de la perestroika. Actualmente, la perestroika afecta
a prácticamente todos los aspectos importantes de la vida pública. Desde luego, nuestros conceptos
acerca del contenido, los métodos y las formas de la perestroika irán desarrollándose, aclarándose y
corrigiéndose con el paso del tiempo. Esto es natural e inevitable, pues se trata de un proceso vivo.
Sin duda, los cambios originarán nuevos e importantes problemas que exigirán soluciones poco
ortodoxas. Pero el concepto general, el plan general de la perestroika está muy claro para nosotros,
no sólo desde el punto de vista de su esencia, sino también en sus partes componentes.
“Perestroika significa la superación de un proceso de estancamiento, la supresión del mecanismo
de frenado, la creación de un sistema fiable y eficaz para acelerar el progreso económico y social
y para conferirle un mayor dinamismo.
“Perestroika significa la iniciativa de las masas. Equivale a un desarrollo global de la democracia
y del autogobierno socialista, al fomento de la iniciativa y de las actitudes creativas, a un mejor
orden y disciplina, a más glásnost, más críticas y más autocríticas en todas las esferas de nuestra
sociedad. Representa el más profundo respeto hacia el individuo y hacia la dignidad personal.
“Perestroika es la intensificación generalizada de la economía soviética, la recuperación y el desarrollo
de los principios del centralismo democrático aplicados al gobierno de la economía nacional, la
introducción universal de métodos económicos, la renuncia a la dirección “por decreto” y por métodos
administrativos, y, en general, el favorecimiento de las empresas innovadoras y socialistas.
“Perestroika significa la resuelta adopción de métodos científicos, la capacidad de proporcionar
una sólida base científica a toda nueva iniciativa. Significa combinar los logros de la revolución
científica y tecnológica, con una economía planificada.
“Perestroika significa un desarrollo prioritario de la esfera social con el fin de satisfacer cada vez
mejor las demandas del pueblo soviético de buenas condiciones de vida y trabajo, de ocio y descanso
adecuados, de una sanidad y una educación de calidad. Significa una constante preocupación por la
riqueza cultural y espiritual, por la cultura de cada individuo y de la sociedad en su conjunto.
“Perestroika es eliminar de la sociedad todas las distorsiones de la ética socialista y aplicar con
coherencia los principios de la justicia social. Es la coincidencia de hechos y palabras, de derechos y
deberes. Es la exaltación del trabajo honrado y altamente cualificado, la superación de las tendencias
niveladoras en la paga y del consumismo.
“Así es como nosotros vemos hoy la perestroika. Así es como nos planteamos nuestra tarea. Tal
es la esencia y el contenido de nuestro trabajo para el futuro inmediato. En la actualidad resulta
difícil determinar cuan lejos está ese futuro. Por supuesto, necesitaremos mucho más de dos o tres
años, pero estamos dispuestos a emprender una labor seria, ardua y tediosa para conseguir que
nuestro país alcance nuevas cimas para finales del siglo XX.
“A menudo se nos pregunta qué esperamos de la perestroika, y cuáles son nuestros últimos objetivos.
No podemos, desde luego, contestar con una respuesta detallada y exacta. No es nuestra costumbre
hacer profecías ni tratar de predestinar todos los elementos arquitectónicos del edificio público que
hemos comenzado a construir con el proceso de perestroika.
“En principio, empero, puedo decir que el resultado final de la perestroika está bastante claro
para nosotros. Se trata de una renovación a fondo de todos los aspectos de la vida soviética; de dar
al socialismo las formas más progresistas de organización social; de acentuar al máximo el carácter
humanista de nuestro sistema social en sus facetas más esenciales: la económica, la social, la política
y la moral.
“Insisto una vez más en ello: la perestroika no es ninguna clase de iluminación o de revelación.
Reestructurar nuestra vida significa comprender la necesidad objetiva de renovación y de aceleración.
Y esta necesidad ha surgido en el corazón de nuestra sociedad. La esencia de la perestroika
radica en el hecho de que une al socialismo con la democracia y resucita el concepto leninista de la
construcción socialista en la teoría y en la práctica. Tal es la esencia de la perestroika, que explica su
auténtico espíritu revolucionario y la amplitud global de su esfera de acción.
“El objetivo merece todos los esfuerzos. Y estamos seguros de que estos esfuerzos constituirán
una valiosa aportación al progreso social de la humanidad.
“Más socialismo y más democracia.
“La perestroika está estrechamente relacionada con el socialismo como sistema. Este aspecto
de la cuestión se ha discutido mucho, sobre todo en el extranjero, y nuestra explicación de la perestroika
no quedará del todo clara si no abordamos también este tema.
“¿Acaso la perestroika significa que abandonamos el socialismo, o algunos de sus fundamentos
por lo menos?. Los hay que hacen esta pregunta con esperanza, y otros con aprensión.
“Hay personas en Occidente a las que les gustaría decirnos que el socialismo se halla en una
profunda crisis y que ha llevado nuestra sociedad a un callejón sin salida. Así es como interpretan
nuestro análisis crítico de la situación al final de los años setenta y comienzo de los ochenta. Según
estas personas, sólo nos queda una posibilidad: adoptar las estructuras sociales y los métodos de
dirección propios del capitalismo, dirigidos hacia el capitalismo.
“Nos aseguran que nada puede salir de la perestroika dentro del marco de nuestro sistema.
Dicen que debemos cambiar el sistema y beneficiamos de la experiencia de otro sistema sociopolítico,
añadiendo que, si la Unión Soviética toma este camino y abandona el socialismo, podrá establecer
estrechas relaciones con Occidente. Llegan incluso a afirmar que la Revolución de Octubre fue un
error que marginó casi completamente a nuestro país de los progresos sociales del mundo.
“Para terminar de una vez con todas las especulaciones y rumores que circulan por Occidente
en este sentido, me gustaría señalar de nuevo que estamos efectuando todas nuestras reformas de
acuerdo con la opción socialista. Buscamos en el socialismo, no fuera de él, la respuesta a todas las
preguntas que se nos plantean: juzgamos nuestros éxitos y nuestros fracasos según las normas socialistas.
Quienes albergan la esperanza de que abandonemos el camino del socialismo van a quedar
muy desengañados. Todos los puntos de nuestro programa de perestroika -y el programa en sí,
naturalmente- se basan por completo en los principios de más socialismo y más democracia.
“Más socialismo significa un ritmo más dinámico, una conducta más creativa, mayor organización,
ley y orden, una metodología más científica y más iniciativa en la dirección económica, más
eficacia en la administración y una vida materialmente más rica para el pueblo.
Cuarto Año Medio Materiales de apoyo Ministerio de Educación 113
“Más socialismo significa más democracia, apertura y colectivismo en la vida cotidiana, más cultura
y humanismo en las relaciones de producción, sociales y personales en el seno del pueblo, más
dignidad y autorrespeto para el individuo.
“Más socialismo significa más patriotismo y una mayor aspiración hacia nobles ideales, una
más activa preocupación cívica por los asuntos internos del país y por su influencia positiva en los
asuntos internacionales.
“En suma, más de todo aquello que es inherente al socialismo y a los preceptos teóricos que lo
caracterizan distintamente en tanto que sistema socioeconómico.
“No trataremos de alejarnos del socialismo, sino que avanzaremos hacia un socialismo mejor.
Lo decimos sinceramente, sin la menor intención de engañar a nuestro propio pueblo o al mundo.
Cualquier esperanza de que vayamos a construir una sociedad distinta, no socialista, y nos pasemos
al otro campo es una esperanza vana e irreal. Aquellos que desde Occidente esperan que abandonemos
el socialismo sufrirán un desengaño. Ya es hora de que se convenzan de ello y, lo más importante,
que partan de este supuesto en las relaciones prácticas con la Unión Soviética.
“En este respecto, me gustaría dejar bien claro que, aunque nosotros, los soviéticos, estamos a
favor del socialismo (y ya he explicado por qué), no pretendemos imponer nuestras opiniones a
nadie. Que cada cual tome sus propias decisiones; ya se encargará la historia de ponerlo todo en su
lugar. Hoy en día, como dije recientemente ante un grupo de personalidades públicas norteamericanas
(Cyrus Vance, Henry Kissinger y otros), vemos más claramente que nunca que, gracias al
sistema socialista y a la economía planificada, nos es más fácil introducir cambios en nuestra política
estructural de lo que sería bajo condiciones de empresa privada, aunque también nosotros tenemos
nuestras dificultades.
“Queremos más socialismo y, por tanto, más democracia.
“Tal y como nosotros lo vemos, las dificultades y los problemas de los años setenta y ochenta
no implican ninguna crisis del socialismo en tanto que sistema social y político, sino que son el
resultado de una insuficiente coherencia en la aplicación de los principios del socialismo; de las
desviaciones e incluso distorsiones de tales principios, y de una conservación excesivamente prolongada
de los métodos y formas de dirección social que surgieron en las primeras fases del desarrollo
socialista a consecuencia de específicas condiciones históricas.
“ El socialismo, en tanto que forma de vida y sistema de organización social muy joven, posee
enormes posibilidades, todavía sin utilizar, para su propio desarrollo y perfeccionamiento, así como
para la solución de los problemas fundamentales de la sociedad contemporánea en cuestiones de
progreso científico, tecnológico, económico, cultural e intelectual, y para el desarrollo del ser humano.
Esto lo demuestra el camino seguido por nuestro país a partir de octubre de 1917, un camino
preñado de dificultades, tragedias y trabajo arduo, pero al mismo tiempo lleno de grandes triunfos
y logros”.

Documento 2
Las relaciones exteriores y el nuevo pensamiento
“Hacia el fin de la guerra fría”.
La declaración de Mijail Gorbachov sobre política exterior, el 15 de enero de 1986, supuso un paso
decisivo hacia el fin de la guerra fría.
Gorbachov, Mijail: Memoria de los años decisivos (1985-1992), Madrid, Acento Editorial, 1993,
pp. 209-211.
En: Martín de la Guardia, R. y Pérez Sánchez, G., La Unión Soviética: de la perestroika a la desintegración, Ediciones
Istmo, Colección, La Historia en sus textos.
“El Politburó del Comité Central del PCUS y el gobierno soviético han aprobado una serie de
importantísimas medidas sobre política exterior con el fin de mejorar el clima internacional. Son
fruto de la necesidad de superar las tendencias negativas y de confrontación que se han agudizado
estos últimos años. Con ellas se pretende desbrozar el camino hacia la reducción de la carrera armamentista,
impedir la utilización de las armas nucleares en tierra y en el espacio, conjurar, en general,
el peligro de la guerra y conseguir que la confianza sea un componente inseparable de las relaciones
entre Estados.
“( ...) La Unión Soviética propone que, a partir de 1986, se ponga en práctica un programa que
libere a la humanidad del miedo a una catástrofe nuclear (...)
“¿Qué procedimiento práctico propone hoy la Unión Soviética para reducir las armas nucleares,
tanto por lo que respecta a los elementos portadores como a las cargas, hasta su eliminación total?
“Nuestras propuestas resumidas son las siguientes:
“Primera etapa. En el transcurso de cinco a ocho años la URSS y Estados Unidos reducirán a la
mitad las armas nucleares capaces de alcanzar el territorio del otro. Los restantes elementos portadores
de este tipo que queden no contarán con más de seis mil cargas por cada lado.
“Obviamente se entiende que semejante reducción sólo será posible si la URSS y Estados
Unidos renuncian a producir, experimentar y desplegar armas nucleares ofensivas.
“Durante la primera etapa se acordará y pondrá en práctica la total liquidación de misiles
soviéticos y estadounidenses de medio alcance, tanto balísticos como de crucero, situados en territorio
europeo. Será el primer paso hacia una Europa libre de armamento nuclear.
“Al mismo tiempo, Estados Unidos y la URSS deberán comprometerse a no suministrar sus
misiles estratégicos y de medio alcance a otros países, y Gran Bretaña y Francia a no aumentar sus
arsenales correspondientes.
“Es imprescindible que desde el principio la URSS y Estados Unidos acuerden la suspensión
de toda suerte de explosiones nucleares y soliciten de otros países la adhesión a esta moratoria.
“Segunda etapa. En esta etapa, que deberá iniciarse no más tarde de 1990 con una duración de cinco
a siete años, comenzarán a participar en el desarme nuclear las demás potencias atómicas. Al principio
podrían comprometerse a congelar todos sus arsenales y a no desplegarlos en otros países.
“Durante este período la URSS y los Estados Unidos proseguirán la reducción acordada en la
primera etapa y llevarán a la práctica medidas ulteriores para liquidar sus armamentos de alcance
medio y congelar sus armas nucleares tácticas.
“Una vez que la URSS y Estados Unidos den por terminada la reducción al 50 por ciento de
sus respectivos armamentos, tomarán otra decisión radical: todas las potencias atómicas liquidarán
sus armamentos nucleares tácticos, es decir los de un radio de acción inferior a los mil kilómetros.
“En esta misma etapa, el acuerdo soviético-americano sobre la prohibición de armamentos
ofensivos especiales pasará a ser multilateral, con la participación obligatoria de las principales potencias
industriales.
“Todas las potencias nucleares pondrán fin a las pruebas de armamento nuclear.
“Quedará igualmente prohibida la fabricación de armamentos no nucleares basados en nuevos
principios físicos y que, por su capacidad ofensiva, se asemejen a los nucleares o a otros medios de
exterminio masivo.
“Tercera etapa. En su curso culminará la liquidación de todo el armamento nuclear restante. Comenzaría,
como muy tarde, en 1995, y a finales de 1999 no habría más armas atómicas sobre la
Tierra. Se suscribirá una convención internacional a fin de que ese tipo de armamento no reaparezca
nunca más.
“Se procedería a la elaboración de procedimientos especiales para la destrucción de armas nucleares,
así como para el desmantelamiento y la transformación o destrucción de los elementos
portadores. Al mismo tiempo se llegaría a un acuerdo sobre la cantidad de armas a destruir en cada
etapa, los lugares elegidos para tal fin, etcétera.
“Los controles de la destrucción y la limitación de armamentos se efectuarán tanto por medios
técnicos nacionales como mediante inspecciones in situ. La URSS está dispuesta a aceptar toda
medida de control suplementaria.
“Así pues, proponemos que se entre en el tercer milenio sin armas nucleares, sobre la base de
acuerdos aceptados por las partes, cuya aplicación sea controlada estrictamente.
“El tema tiene importancia universal y debe resolverse de forma mancomunada. Cuanto antes
se ponga en práctica este programa tanto más segura será la vida en nuestro planeta”.